Pedalear alegra la mente… y rejuvenece el cuerpo. Un estudio realizado por la clínica Mayo de Rochester (EE UU) así lo confirma, y asegura que basta menos de una hora de bicicleta a la semana para que los primeros avances se reflejen en nuestro cuerpo.
Los primeros en hacerlo público han sido los responsables de la revista científica Cell, pero la noticia está corriendo como la pólvora por la Red: un estudio realizado por investigadores de la clínica Mayo (una de las más prestigiosas de EE UU) asegura que la combinación de una hora de bicicleta a la semana junto a unos determinados ejercicios tiene un efecto inmediato en las células de nuestro cuerpo.
El experimento se realizó con dos grupos de voluntarios, uno con personas de entre 18 y 30 años y el otro con personas de entre 65 y 80 años. Durante doce semanas (aproximadamente tres meses), ambos grupos realizaron tres ciclos de entrenamiento, basados en series en bicicleta, estiramientos, ejercicios con pesas y una combinación de todo ello.
La parte centrada en la bicicleta era muy concreta: se basaba en un calentamiento de diez minutos para, a continuación, realizar cuatro ciclos de cuatro minutos al 90% de esfuerzo, con tres minutos de descanso entre serie y serie. Así, apenas tres veces a la semana.
Combinado con caminatas y otros ejercicios, los resultados son inmediatos. Según el responsable del estudio, el doctor Sreekumaran Nair, este entrenamiento permite regenerarse a las mitocondrias que almacenan nuestras células, manteniendo sus capacidades. No sólo eso: mientras que el 49% de los miembros del primer grupo (de 18 a 30 años) mejoraban su rendimiento celular y, por extensión, combatía el envejecimiento, la cifra ascendía hasta el 69% entre los más veteranos (de 65 a 80 años).
El experimento sigue los pasos de otro realizado por científicos del King’s College de Londres y la Universidad de Birmingham, que afirmaba que el grupo estudiado de ciclistas (de entre 55 y 80 años) mantenía un estado físico y psicológico excepcional, sobre todo comparándolos con el resto de la población de su edad que no montaba en bici.
Preguntado sobre el estudio recientemente publicado, el doctor Nair no tuvo dudas: “Basándonos en nuestros conocimientos”, explicó el científico al Daily Mail “no hay alternativas a estos programas de ejercicio cuando nos referimos al proceso del envejecimiento. Estos resultados no los puede proporcionar ninguna medicina”, aseguró.