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Declaración de Académicos frente al despido del profesor Mike van Treek

El día 13 de noviembre se notificó al profesor Mike van Treek que su nombramiento como Profesor
Asistente no sería renovado, lo que significa concretamente que este próximo 31 de diciembre
perderá su condición de académico de dicha facultad.

Para muchos miembros de nuestra
universidad esta decisión significa que la UC pierde a un colega cuyo valor como académico y como miembro de la comunidad universitaria es reconocido más allá de su propia facultad, destacándose por su contribución interdisciplinaria desde su ámbito, los estudios bíblicos, así como por su aporte a la construcción de una ciudadanía universitaria en la UC más involucrada y más justa. Por ello, esta noticia no solo es dolorosa sino también desconcertante.
Unos días más tarde, reaccionando ante una carta de apoyo al profesor van Treek suscrita por cerca de 200 personas del mundo académico, estudiantil, escolar y parroquial, el Decano de la Facultad de Teología, Joaquín Silva Soler, publicó en la página web y de Facebook de la Facultad una “Carta Pública”, aparecida el 17 de noviembre, que hizo llegar también a profesores,
funcionarios, estudiantes y exalumnos de la Facultad. En dicha carta el decano Silva indica que los
motivos de la no renovación son de orden académico y relativos a “la contribución y relación con la
comunidad académica”.
Considerando la información disponible acerca de la calidad docente, publicaciones y
contribución a la comunidad universitaria, sorprende la evaluación del Consejo de la Facultad de
Teología, que ha tomado su decisión de no renovar el nombramiento del profesor van Treek sin esperar la evaluación por parte de la Comisión de Calificación Académica correspondiente, que había emitido en marzo de 2017 un informe en el que se destacan positivamente una serie de aspectos en el desempeño académico de Mike van Treek y que esperaba hasta fin de este año para
evaluar progresos comprometidos por el profesor. La información del profesor van Treek disponible
en la web (puede consultarse su CV en www.researchgate.net) permite creer como cumplidos dichos compromisos. Es importante destacar que el académico en cuestión ha contribuido
decididamente al desarrollo de la comunidad universitaria, asumiendo diferentes funciones de responsabilidad, entre las que destaca ser representante de Académicos Asistentes de la planta ordinaria en el Foro Universitario que ha sesionado en los días recién pasados. Es preocupante también el hecho de que en su carta pública, el Decano menciona iniciativas netamente académicas como ejemplos que mostrarían cómo la conducta del profesor van Treek ha contribuido
negativamente al “clima laboral”. Razonablemente puede concluirse que en este caso se han aplicado criterios de evaluación de forma muy diferente a como la comunidad académica lo espera.
Con todo en esta materia el Consejo de la Facultad de Teología se ha atenido a su reglamento y las
atribuciones que este le otorga al Consejo. Lo que es muy preocupante es la carta pública que el Decano de la Facultad de Teología ha escrito y su difusión masiva, que nos parece desmedida en su propósito y su forma. De especial gravedad es que dicha carta contiene afirmaciones que dañan la reputación académica del profesor van Treek, en la medida en que exponen información parcial,
datos que no se condicen con lo documentado, y juicios sin fundamentos que menoscaban la
credibilidad de este académico dentro y fuera de la UC.

Resulta paradójico que el Ombusdman, cuya figura el mismo profesor van Treek ayudó a
concebir para nuestra universidad, no pueda conocer los detalles y documentos del caso, ni
Secretaria General, en virtud del estatuto prevalente en la Facultad de Teología, que reglamentariamente otorga mayor poder a sus autoridades en el resto de la universidad. En virtud de la misma normativa, el profesor van Treek no tiene posibilidad real de apelar o de establecer un diálogo mediado por una instancia independiente en la universidad. En suma, esta situación
transgrede la expectativa de un trato justo y digno a cada trabajador que la UC ha forjado, y contradice el ideal de “convivencia universitaria sin miedos” que hemos ido construyendo. En particular lamentamos el modo en que se ha procedido con la mencionada carta pública, que parece
abusiva en sus juicios y descalificaciones, lo que ciertamente es excepcional dentro de la UC, donde
en general los académicos debemos sentirnos libres de desarrollar nuestro aporte, por crítico que
este sea.

Por lo mismo, en casos así la comunidad universitaria puede razonablemente esperar actos
de reparación.

Los firmantes de esta carta:

a) Llamamos a abrir una profunda reflexión y renovado compromiso en torno a un acuerdo de
convivencia universitaria fundado en los valores de la libertad y la integridad académica, así
como al ideal de una comunidad de pares basada en el pensamiento crítico y respetuoso de la
diferencia.

b) En relación con la desvinculación del profesor van Treek, expresamos nuestra preocupación ante
el hecho de que en algunos espacios y momentos de la UC se puedan tomar rumbos que se alejan
de un ideal universitario razonable y pluralista.

c) Con respecto a la carta pública, que creemos injusta y abusiva con el académico, solicitamos que
las autoridades de la universidad tomen en consideración la deuda humana que como comunidad
tenemos hoy con el profesor van Treek, y que se busquen y sigan buscando con mayor urgencia
las conversaciones y los mecanismos que puedan resguardar en el futuro una buena vida universitaria inclusiva y sin miedo.

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