No tiene cura ni tampoco se puede prevenir. La muerte ronda y llegara cuan se le viene en gana.
Los que han estudiado este fenómeno comentan que la muerte tiene un sentido y un significado. Otros dicen que es un tema tabú e incluso una falta de respeto.
La muerte es una condición que no tiene nacionalidad, ni color ni religión. Hombres y mujeres se sobrecogen cuando llega. Es de carácter universal, irrefutable e ineludible.Todo ser humano sabe de su existencia como fenómeno y desenlace fatal.
Sin embargo, existen dos maneras de enfrentarse a ella. Por un lado, está el hombre de occidente que ha tomado una actitud de rechazo y evasión. Por otro lado, en oriente se preparan para recibirla de la mejor forma posible.
“A pesar de la certeza de sabernos mortales aún así la muerte aparece ante el hombre como algo extraño, contra lo cual siempre está combatiendo, aparece como una paradoja a la que intenta darle sentido”, R. Cortés en “La muerte como objeto de lo sublime”.
En estos momentos tan difíciles para todo ser humano, siempre viene bien la ayuda de una funeraria amiga.
Cuando morir es un alivio
Existen disciplinas que estudian sus causas, dentro de las que obviamente se encuentra la medicina, pero aún así es un fenómeno que aparece como complejo e inexplicable a la inteligencia humana.
Desde el comienzo de los tiempos el hombre no solo ha querido conocer el mundo en el que vive, además ha intentado dominarlo. Quizás esta sea una de las causas por las que cuesta tanto la comprensión y aceptación de la muerte.
No obstante, en determinadas situaciones o condiciones de la persona, la muerte puede ser un alivio. Por ejemplo, cuando se padece una enfermedad terminal, donde ya no se puede hacer nada ni con un tratamiento médico.
En otros caos –los menos- la muerte es una condición que se espera por años, que ya ha sido aceptada por una u otra razón. En estos casos, lo único que resta es vivir el tiempo que se tiene de la mejor forma posible, compartiendo con los suyos y disfrutando de la vida.