Armonia

Somos indiferentes al dolor

El 30 de Junio el usuario de Facebook Matías Pino Sánchez, publico en su red privada sobre un suicidó que le tocó presenciar en el metro de Santiago, su publicación tiene más de 5000 interacciones y cientos de comentarios.

Hoy día un niño, se suicidó al lado mío en el metro; en los 5 segundos que levanté la vista de mi celular (por una razón que desconozco) vi una persona en las vías. “Se cayó”, pensé, al verlo a no más de 2-3 metros de distancia respecto a mi, estiré el brazo tratando de ofrecerle ayuda, pero no. No se había caído, me di cuenta cuando al momento de acercarse el Tren, él, se agachó y lo enfrentó. Se agachó y cerró los ojos, deseando que todo su dolor y sufrimiento desapareciera (me imagino). Lo vi desaparecer frente a mi.

Desde ese momento mi día cambio en 180 grados, me cagó mi viernes. Pero no me lo cagó él, me lo cagó la indiferencia de la gente; me cagó la cabeza el hecho de que nadie sufriera, de que al 90% de la gente,que tuvo que evacuar, le importara más reclamar su boleto.

Me cagó el mirar alrededor y sentirme solo en ese “duelo”, el sentir que era el único que quería levantar como fuera ese tren, sacarlo, abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien y que no tenía por qué terminar así. Que sin conocerlo podía contar conmigo.

Me siento culpable, frustrado, ofuscado y fracasado, me siento decepcionado, tanto de mi como de esta “sociedad”. Porque estamos tan metidos en nuestra vida, en tratar de ser “exitosos” (con el modelo de éxito que se nos impone: $) que no vemos a nadie, no somos capaces de ayudar al del lado. No somos capaces de mirarnos las caras, de saludarnos en la calle, de dar ese espacio para apoyar a otro, conocer a otro.

No soy psicólogo ni nada parecido, tampoco me las doy de ser un modelo a seguir de ética y moral. Pero si tienes algún problema, te sientes agobiado, algo no te deja dormir y te caga la cabeza a tal punto de querer desaparecer, de querer hacer esto que conté y de acabar con tu vida, para. Cuenta conmigo, llámame, escríbeme, juntémonos, conversemos.

Quizás no nos conocemos, quizás tienes la peor impresión de mi, pero cuenta conmigo; y si no necesitas con quien apoyarte, apoya tú a alguien, quizás tú puedes ser quien ayude a alguien a salir adelante.

De verdad, no quiero ser héroe de nadie, pero si quiero tratar de cambiar esto de que siga habiendo gente que no tiene a nadie. No todos tenemos la misma fuerza para salir adelante, y todos tenemos problemas, pero hay quienes necesitan un poco más de ayuda, solo el hecho de sentir un hombro o una mano amiga.
(No, no es una cadena, me pasó. Sin embargo si estás leyendo esto porque alguien lo compartió desde mi perfil, si, es una cadena. Una que llama a que nos conectemos un poco más con el de al lado y que dejemos de “mirarnos el ombligo”)

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