No es novedad que para los argentinos Chile es el nuevo Miami. El año pasado 3 millones de trasandinos visitaron nuestro país, en gran medida motivados por el turismo de compras, un número que para este 2017 se proyecta que supere los 3,7 millones. Chile debe potenciar este tipo de turismo, que es base de las campañas de promoción de muchos destinos. ¿En qué estamos al debe?
La Subsecretaría de Turismo de Chile prevé que durante estas vacaciones de invierno las visitas de turistas argentinos suban en un 10%, llegando a 225.577. Cifra auspiciosa, si se considera que la mayor parte de estos viajes son motivados por el turismo de compras, los que generan un importante empuje a la economía local.
De hecho, el turismo de compras de argentinos en Chile superó los 800 millones de dólares en 2016. Según un informe del Observatorio Económico de la Asociación de Comercio, Industria y Producción de Neuquén (Acipan), publicado por la Federación Comercial de Córdoba, Argentina, señala que 3 millones de trasandinos viajaron el año pasado a nuestro país para hacer compras de distintos productos, principalmente de indumentaria, calzado y electrónica, aprovechando precios 60% menores que en Argentina. Se estima que para el 2017 la cifra ascienda a 3,7 millones.
“El turismo de compras se está transformando a grandes pasos en el alma de la gran mayoría de las campañas de promoción de muchos destinos turísticos, dado que en la actualidad, según cifras entregadas por la Organización Mundial del Turismo, esta categoría de turismo se centra en el corazón de los motivos o criterios para decidir por un destino u otro”, explica el director del Centro de Competitividad de la Universidad del Pacífico, Alejandro Moreno Dupuy.
Dentro de los aspectos claves para propiciar el desarrollo de este tipo de turismo, el Licenciado en Turismo y Magíster en Marketing destaca factores tales como: la diversidad, el precio, la calidad, los horarios comerciales, la orientación de los clientes en las tiendas, la calidad de la artesanía y los souvenirs. “Adicionalmente, los visitantes que simpatizan con este tipo de turismo son impulsados por modas, productos de marca, tiendas de descuento, tiendas libres de impuestos, etc.”, acota.
Pero éste no es un fenómeno nuevo. Evidencia de ello es el caso de la Ciudad de San Sebastián en España, la cual posee apenas 186 mil habitantes, pero cuenta con la tienda Zara que reporta los mayores niveles de ventas en el mundo. “Esta marca posee más de 1.800 tiendas en el mundo, en importantes ciudades como Nueva York, Londres y París. No obstante, en San Sebastián se localiza la tienda de mayor envergadura, que es un atractivo ancla de la ciudad –junto con su gastronomía–, ya que posee precios más competitivos que en sus tiendas pares en las ciudades casi limítrofes de Francia, detonando así una masiva afluencia de turistas franceses, que a pesar de poseer tiendas de esta marca, son atraídos poderosamente por el factor precio y por los atractivos de oferta turística complementaria que el País Vasco ostenta”, ejemplifica Moreno.
En Centroamérica, la realidad no dista mucho del escenario europeo. “Panamá, lugar de paso y comercialización de numerosas mercancías y productos de todo el mundo, ha tomado el liderazgo en esa macro zona, lo cual se ve inmensamente potenciado con la exención de impuestos y la proliferación de grandes y modernos centros comerciales, donde hoy la mancomunión entre el sector privado y el sector público han gestado, por ejemplo, la “Panamá Black Weekend”, evento comercial que une a la Autoridad de Turismo de Panamá y la Asociación Panameña de Centros Comerciales, entre los días 15, 16 y 17 de septiembre de 2017”, agrega el experto.
Este evento será una ventana abierta al mundo, donde se espera que las tiendas asociadas, de 10 centros comerciales, tengan descuentos de hasta un 70% en un sinfín de productos. “La expectativa es que se consolide en un imán para incentivar el turismo receptivo. y que la promoción y difusión del evento sea visibilizada tanto nacional como internacionalmente. Dicho lo anterior, los esfuerzos de marketing de Panamá están claramente enfocados en proclamar y posicionar a dicho país, como la Capital de turismo de Compras de Latinoamérica”, precisa el especialista de la Universidad del Pacífico.
El desafío chileno
Las conductas de consumo avanzan en la misma dirección y tendencia, tanto en Panamá como en Chile. Ambas son economías emergentes y tienen un denominador común: su apertura a múltiples mercados y el desarrollo del retail como una fuerza tractora de sus economías.
“El escenario en Chile ha comenzado a tomar gran dinamismo gracias a que países limítrofes como Argentina, han incrementado exponencialmente sus viajes a Chile, esto atendiendo a dos factores fundamentales: al importante desarrollo del retail y los precios más competitivos que ofrece nuestro país en muchos productos. Ello sumado a que Argentina reportó una inflación de 40,3% el año 2016”, plantea el director del Centro de Competitividad de la Universidad del Pacífico, Alejandro Moreno Dupuy.
La Subsecretaría de Turismo de Chile informó que el año 2016 llegaron más de 3 millones de turistas argentinos, lo cual representa una cifra cercana al 53% del total de turistas extranjeros que ingresaron al país en ese período, que totalizaron poco más de 5.6 millones de llegadas internacionales.
“Esta creciente oferta del retail se traduce en un gran número de shoppings, barrios ligados a la moda y tiendas de descuento, donde se encuentran sofisticadas y renombradas marcas y, adicionalmente, interesantes y surtidos precios en productos tecnológicos”, analiza Moreno sobre el atractivo de Chile como destino de compras.
Sin embargo, según el último reporte de Competitividad Turística del Foro Económico Mundial de este año, si bien Chile prácticamente duplica en número la llegada de turistas internacionales en comparación con Panamá, Panamá casi cuadruplica el gasto promedio de estadía por persona.
“A partir de lo anterior se pueden desprender varias conclusiones, no obstante para Chile, se puede inferir claramente que se debe inyectar estímulo sistemático para capitalizar el potencial de gasto en el país, esto diversificando la matriz de la oferta de servicios, fomentando la prolongación de las estadías de sus visitantes y también mancomunando los esfuerzos públicos con los privados para poner en valor y encumbrar una actividad que rotundamente conlleva un futuro más que auspicioso”, asegura el experto de la U. del Pacífico.