Vía WhatsApp circula la siguiente acusación, llevo más de un mes, indecisa con contar esto. Hoy lo hago público porque creo que es mi deber ayudar a que otras mujeres no pasen por lo que yo tuve que pasar.
A finales de septiembre, como militante de la Izquierda Ciudadana me sumé a trabajar en la campaña a Diputado del Ex Ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio por el Distrito 8. Nunca en mi vida me había sentido tan mal en un espacio. Parte de su comando me acosó por un mes y medio.
Haciendo constantes insinuaciones sexuales y preguntándome si estaba dispuesta a tener una “relación” con alguien mayor y con acercamientos físicos excesivos. Intenté por todos los medios evitarlos, y alejarme de ellos, pero insistían. A los pocos días, el coordinador de Campaña Francisco Piña, me llamó para preguntarme qué estaba pasando y si estaba siendo víctima de acoso. Le conté todo lo que pasaba, y que estas personas eran Dario Salas, (Izquierda Ciudadana y pastor evangélico), René Galvarino (Partido Radical), Isidro García (ex GAP) Gonzalo Cortés (Jóvenes Izquierda Ciudadana). Él no encontró mejor solución que llevarme a una reunión con todos ellos para “cortar el problema de raíz”. En esa reunión expresé lo que sentía y fui literal en decir que estaba siendo víctima de acoso. Nadie dijo nada. Nadie hizo nada. Un día después, almorzando con el equipo en una casa, me robaron mi pase escolar y Jaime Gallardo, me pasó el pase escolar de su polola, con que la supuestamente “se llevaba muy mal”.
Un día después, René Galvarino, hizo andar su auto mientras me subía, con intención clara de dañarme. Tuvimos una discusión y nadie fue capaz de hacer algo al respecto. Después de no haberme querido juntar con él, Jaime Gallardo comenzó a enviarme insultos por whatsapp exigiendo el pase que él mismo me prestó. Me envió amenazas de que conseguiría mi dirección para venir a mi casa “no en buena”, recibí mensajes de audio de René Galvarino haciéndose el desentendido por todo lo ocurrido. Finalmente, conversé con Víctor Osorio, quien siempre estuvo al tanto de lo que estaba pasando y se comprometió a sacar a esta gente del equipo, cosa que fue totalmente falsa, porque a la semana, estas personas habían tomado un rol más importante en su campaña.
Habían compañerxs que sabían de la situación y no hicieron nada. No quiero sus abrazos ni su lastima, quería que limpiaran este espacio de estos viejos asquerosos y de estos jóvenes que se creen revolucionarios. Pero recibí al contrario, esto. Casi tuve un accidente, por culpa de su machismo.
Estoy muy defrauda del rol que ha jugado Pablo Mellado, quien tenía total conocimiento de los hechos, y como Presidente de la Juventud guardó silencio, no me prestó ningún apoyo ni buscó asegurar que nuestro espacio esté libre de este tipo de conductas. Solo agradecer a Rodrigo Polo, por mostrarse preocupado y apoyarme en cada uno de los hechos que ahí ocurrieron. El único integrante de ese comando que mostró solidaridad con su compañera.
Mi deber como mujer es hacerme cargo de lo que viví y hacerlo público para que otras mujeres no sean víctimas de este grupo de personas que constantemente acosan a mujeres, y se refieren a nosotras de las peores formas. Sé que los Partidos Políticos no están libres de esto, pero hubiese esperado que este Partido respondiera de la forma que yo trabajé para él, por su inscripción legal, por su presencia en Universidades, haciendo avanzar las demandas justas de la ciudadanía, y que hoy se comporta y reproduce las peores lógicas ocultistas, guardando silencio, “quitando gravedad” al acoso y abuso de poder de estos hombres que caminan junto a Víctor Osorio hace tanto tiempo.
Desde este momento, me declaro reflexionando sobre el futuro de mi militancia.
Francisca Robles.
Encargada de Formación. Coordinadora Nacional de Jóvenes, Izquierda Ciudadana.
