La lactancia es algo que generalmente preocupa a muchas mamás y papás cuando tienen que salir y dejar al bebé con otra persona. Conservar la leche materna de manera adecuada puede salvar una salida a comer, o un día lleno de trámites. A continuación algunos consejos para mantener siempre la leche en buen estado y alimentar al bebé cuando se necesite:
1. Contenedores. Existen recipientes especiales para mantener la leche en buenas condiciones, como bolsas o incluso mamaderas. No se recomienda guardarla en envases de vidrio, porque la leche materna tiene células vivas que tienden a adherirse en las paredes de estos
2. Cantidades. Es importante no llenar las bolsas, para evitar que se derrame cuando se vaya a servir. Además, estas aumentan su volumen cuando se congelan, y podrían reventarse. Lo mejor es congelar solo lo que se vaya a utilizar
3. Mantenimiento. Cuando recién se saca, la leche puede estar entre 10 y 12 horas a temperatura ambiente (19° – 22° Celcius), pero si no se usará, lo mejor es guardarla en el refrigerador
4. Higiene. Si la leche se va a congelar, es importante tomar todas las medidas sanitarias, y guardarla en recipientes o envases herméticos y estériles
5. Transporte. Se puede llevar de un lado a otro mientras se mantenga a la temperatura adecuada
6. Vencimiento. La leche se puede conservar entre 2 semanas, y 6 meses, dependiendo de la temperatura a la que se congele
7. Uso. La leche, antes de usarla, siempre se debe descongelar en el refrigerador, y no a temperatura ambiente. Si se necesita con más urgencia, se puede poner bajo la llave, con agua tibia
8. Reutilización. Después que se descongeló, se puede mantener unas 24 horas más en el refrigerador, pero no se puede volver a congelar
9. Antes de servir. Cuando se descongela, la leche se separa en capas, quedando la grasa en la parte superior. Para lograr una mezcla homogénea, se debe agitar suavemente
10. Calentar. Para calentar la leche, se debe hacer a baño maría. No es bueno hacerlo en el microondas
