Crianza

Cómo ayudar a los niños a dejar el chupete

Dejar el chupete es un hito en el crecimiento de un niño que puede variar en su complejidad. Algunos pequeños lo abandonan de manera natural, mientras que otros necesitan el apoyo activo de sus padres para superar este hábito. Los pediatras generalmente aconsejan que los niños dejen el chupete alrededor de los dos años, aunque es normal que algunos necesiten más tiempo para hacerlo.

Es crucial que los niños dejen de usar el chupete después de los dos años, ya que su prolongado uso puede ocasionar efectos negativos en la salud bucal, como la deformación del paladar y dientes mal alineados, especialmente entre los tres y cuatro años. Aunque durante el primer año de vida el chupete puede ofrecer ciertos beneficios, como la reducción del riesgo de Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, su uso prolongado puede generar complicaciones dentales a largo plazo.

Un estudio publicado en la revista General Dentistry sugiere que, si bien el chupete no es inherentemente perjudicial para los niños, se recomienda limitar su uso después de los tres años a menos de seis horas diarias. Además, es importante tener precaución con los niños que chupan su pulgar, ya que esta práctica también puede provocar deformidades dentales y palatinas.

Para los padres que deseen ayudar a sus hijos a dejar el chupete, existen algunas recomendaciones:

  1. Comunicación abierta: Es fundamental hablar con el niño sobre el proceso de dejar el chupete. Ocultarlo de repente puede causar molestias o angustia en el niño, dificultando el proceso. Es preferible planificar juntos cómo abordar cada etapa del proceso.
  2. Proceso gradual: Dejar el chupete es un proceso que debe realizarse gradualmente. Una estrategia efectiva puede ser limitar los lugares donde el niño puede usarlo, como permitirlo solo durante el sueño o en casa.
  3. Alternativas de confort: Enseñar al niño otras técnicas para relajarse y concentrarse sin depender del chupete. Puede ser a través de una manta favorita, un cuento o una canción. A menudo, los niños recurren al chupete por aburrimiento, por lo que es importante ofrecer actividades que capturen su atención.
  4. Refuerzo positivo: Algunos niños responden bien a los incentivos positivos. Los padres pueden utilizar calendarios de recompensas donde el niño pueda colocar stickers cada vez que cumpla con los objetivos establecidos. Es crucial recordar que las recompensas no deben ser materiales, sino actividades sociales que promuevan el vínculo familiar, como pasar tiempo juntos o ir al parque.

Es esencial tener en cuenta que dejar el chupete es un proceso individual que puede requerir más tiempo en algunos niños que en otros. Además, debe abordarse de manera separada de otras transiciones importantes para evitar sobrecargar al niño. En caso de dudas o dificultades, siempre es recomendable buscar la orientación de un especialista que pueda ofrecer apoyo y asesoramiento adecuados a los padres.

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