En un contexto en que el trabajo y el cuidado familiar suelen entrar en tensión, Merck Chile dio un paso significativo al implementar el Permiso para Cuidadores, una medida que otorga hasta diez días hábiles remunerados al año a los colaboradores que necesiten acompañar a familiares directos con enfermedades graves o terminales.
El beneficio forma parte de la política global “Moments that Matter” -traducida en Chile como “Momentos que Importan”- y apunta a reconocer el papel de los cuidadores, una realidad cada vez más presente en los hogares y que pocas veces cuenta con respaldo formal. Con esta iniciativa, la compañía alemana se convierte en una de las primeras del sector farmacéutico en valorar el rol de quienes cuidan y brindarles apoyo real desde el ámbito laboral.
“En algún momento, todos enfrentamos el desafío de cuidar a alguien que amamos. Cuidar es un valor esencial en Merck. No basta con agradecer, hay que dar a las personas el tiempo, el espacio y los recursos necesarios para acompañar a quienes más lo necesitan”, afirmó Iryna Harustovich, Managing Director Merck Group & General Manager Merck Healthcare Chile.
El permiso, aplicable a familiares directos definidos según las regulaciones nacionales, se suma a otras medidas que la compañía ha venido incorporando bajo la misma política, como días libres por nacimiento, adopción, matrimonio, cumpleaños o duelo. Todas ellas buscan dar flexibilidad y dignidad a los momentos personales más significativos.
La nueva política se conecta con la iniciativa global “Embracing Carers®”, impulsada por Merck desde 2017, que busca visibilizar y apoyar a quienes asumen labores de cuidado, muchas veces invisibles o no remuneradas. Con el Caregiver Leave, la compañía extiende ese compromiso a sus propios equipos, trasladando al ámbito laboral un enfoque que combina empatía y bienestar.
El programa se suma al Plan Global de Beneficios Inclusivos, iniciado con la prestación de fertilidad lanzada en 2024, y refuerza una tendencia que crece en las organizaciones: entender que el bienestar laboral no depende sólo del trabajo, sino también del tiempo para los vínculos y la vida fuera de la oficina.
“Apoyar a quienes cuidan es también una forma de proteger a toda nuestra comunidad. Es un gesto que humaniza el trabajo y recuerda que las empresas también pueden ser parte de las redes de apoyo”, concluyó Harustovich.













