Si bien la mayoría de los embarazos transcurren sin complicaciones, existen diversos problemas que pueden surgir durante la gestación o el parto. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran:
- Diabetes gestacional: Según un estudio publicado por la revista médica de la Clínica Las Condes en Chile, alrededor del 7% de las mujeres desarrolla diabetes gestacional. Esta condición puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo II en un 25% a 50%. Por ello, es importante llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente.
- Embarazo ectópico: Este ocurre cuando un óvulo fecundado se implanta fuera del útero. Aunque no es muy común en Chile (con una incidencia de aproximadamente 1,4% según un estudio publicado en la Revista chilena de obstetricia y ginecología), es una de las principales causas de muerte durante el primer trimestre de embarazo.
- Preeclampsia: Afecta entre un 5% y un 10% de los embarazos a nivel mundial, con una incidencia mayor en países en desarrollo. Se caracteriza por un repentino aumento de la presión arterial y la presencia de proteína en la orina, generalmente después de la semana 20 de embarazo.
- Placenta previa: Ocurre cuando la placenta se implanta demasiado baja en el útero, incluso cubriendo el cuello uterino. Puede causar sangrado y parto prematuro cerca del término del embarazo.
- Oligohidramnios: La escasez de líquido amniótico puede afectar el desarrollo del feto, por lo que se requiere un seguimiento cercano y, en algunos casos, la inducción del parto.
- Parto prematuro: En Chile, alrededor del 5% de los partos son prematuros, ocurriendo antes de la semana 37 de embarazo y conllevando riesgos para la salud del bebé.
- Aborto espontáneo: Según la Clínica Alemana, aproximadamente el 15% de los embarazos reconocidos terminan en aborto espontáneo, generalmente antes de la semana 20 debido a diversas causas como el consumo de alcohol, tabaco, obesidad, infecciones y problemas hormonales.
Es fundamental que las mujeres embarazadas discutan con su médico cualquier antecedente que pueda representar un riesgo durante el embarazo. Asimismo, es importante evitar hábitos que puedan complicar el embarazo y asistir a controles regulares con el ginecólogo para monitorear el desarrollo del bebé.