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Menopausia y piel: qué pasa en esta etapa y cómo cuidarla mejor

Menopausia y piel: qué pasa en esta etapa y cómo cuidarla mejor

La menopausia es una etapa marcada por profundos cambios físicos y hormonales en la vida de la mujer. Aunque los bochornos, los cambios de humor y las alteraciones del sueño son síntomas ampliamente reconocidos, el impacto que esta etapa tiene en la piel suele quedar en segundo plano. Sin embargo, las transformaciones cutáneas pueden ser igual de significativas y requieren de una atención especial.

Cambios visibles y profundos

“Durante la menopausia, la piel se adelgaza, pierde fuerza, tersura y se vuelve más flácida”, explica la Dra. Katherine Barría Steinfort, dermatóloga estética, directora médica de la Clínica Dermatológica KB (@kattybarriadermatologa). Esta transformación se debe, en gran parte, a la baja en los niveles de estrógeno, hormona que influye directamente en la producción de colágeno tipo I, el encargado de dar firmeza y tensión a la piel.

“Al disminuir los estrógenos, hay una pérdida exponencial de colágeno, lo que explica por qué los cambios son tan notorios en esta etapa”, detalla la especialista. La piel también pierde su capacidad para mantener la hidratación, se seca con facilidad y se vuelve más frágil. “Se ve opaca, con menos luminosidad y tiende a mancharse con mayor facilidad”, agrega.

Ingredientes clave para el cuidado diario

El cuidado de la piel durante la menopausia requiere una rutina específica y productos adecuados. “Es importante mantener antioxidantes como la vitamina C y la niacinamida en la rutina diaria, ya que ayudan a combatir el estrés oxidativo y a mejorar la apariencia general de la piel”, señala la Dra. Barría.

Para mantener la hidratación, recomienda productos que contengan concentraciones de diferentes fracciones de ácido hialurónico. “Los de alto y bajo peso molecular permiten una hidratación más profunda y duradera”, explica. La especialista también destaca la importancia de cuidar la barrera cutánea. “Para conservar la indemnidad de la piel, se deben incorporar activos como ceramidas y omegas, que ayudan a reforzar su función protectora”, comenta.

En cuanto a ingredientes que promuevan la regeneración celular, los retinoides siguen siendo una opción efectiva. No obstante, Barría propone alternativas más suaves: “El bakuchiol, un compuesto natural derivado de la planta Babchi, es una buena opción para quienes no toleran los retinoides. Además, existen cremas faciales y corporales con este ingrediente, ideales para evitar la flacidez”.

Respecto al colágeno, aclara que “es una molécula demasiado grande para atravesar la barrera cutánea, por eso se han desarrollado productos con péptidos, que actúan como precursores y entregan señales para estimular la producción de colágeno y elastina desde adentro”.

Alimentación y estilo de vida: pilares del bienestar cutáneo

Más allá de las cremas y tratamientos estéticos, mantener una piel saludable durante la menopausia requiere una mirada integral. El estilo de vida y la alimentación se vuelven elementos clave.“El 80% de nuestro envejecimiento está influido por el medio ambiente y nuestros hábitos. Esto es lo que conocemos como epigenética: cómo se expresará nuestra genéti ca según lo que hacemos o dejamos de hacer”, explica la Dra. Barría.

Estas son algunas de sus principales recomendaciones:

●       Fotoprotección diaria y constante: “No se trata solo de aplicar bloqueador solar”, enfatiza Barría, “sino de incorporar medidas físicas como sombrero, anteojos, ropa con filtro UV y evitar la exposición directa al sol. Broncearse es sinónimo de daño en la piel”.

 

●        Evitar tabaco y alcohol en exceso: El cigarro acelera el envejecimiento cutáneo y disminuye la oxigenación de los tejidos. En cuanto al alcohol, la dermatóloga recomienda evitar especialmente los destilados y cócteles dulces, “si se consume alcohol, siempre debe ir acompañado de agua”, sugiere.

 

●       Alimentación equilibrada y rica en nutrientes: Una dieta saludable debe incluir buen aporte de proteínas, alto consumo de vegetales, frutas, frutos secos y granos integrales“Es clave evitar el exceso de azúcares y carbohidratos refinados, mantener una buena hidratación, al menos dos litros de agua diarios, y reducir el consumo de bebidas gaseosas”, comenta.

 

●       Actividad física con foco en fuerza y masa muscular: “Incorporar ejercicios de fuerza y pesas ayuda a estimular la masa muscular y tiene un impacto positivo en la firmeza de la piel”, afirma la especialista.

 

●       Control de condiciones como la resistencia a la insulina
Esta alteración metabólica puede afectar directamente el estado de la piel: “Provoca un estado proinflamatorio que acelera el envejecimiento”, advierte.

 

●       Suplementación estratégica La doctora: también sugiere incorporar suplementos antioxidantes que apoyen desde el interior, como lo son “superóxido dismutasa”, ”staxantina”, “vitamina C”, “zinc”, “selenio”, “magnesio” y “omega 3”. “Estos elementos pueden ayudar a que la edad de la piel no supere nuestra edad cronológica”, concluye.

Un enfoque preventivo y personalizado

“La piel comienza a perder colágeno desde los 25 años, por lo que lo ideal es llegar a la menopausia con una piel lo más cuidada posible”, afirma la Dra. Barría. Por eso, más que una reacción ante los primeros signos, el cuidado cutáneo debería ser una práctica constante y consciente desde etapas tempranas de la vida. Fotoprotección diaria, alimentación equilibrada, ejercicio regular y un buen descanso no solo mejoran la piel: también son una inversión en bienestar general.

Al llegar al climaterio, contar con una rutina de cuidado personalizada es fundamental. Consultar con un dermatólogo permite ajustar los tratamientos a las nuevas necesidades de la piel y, si es posible, evaluar opciones como la terapia hormonal, incluso en ausencia de síntomas. “Siempre que no haya contraindicaciones, iniciar esta terapia puede ser beneficioso”, señala la especialista.

Además, tratamientos médicos regenerativos como los exosomas, la bioestimulación o el láser pueden ser un gran complemento. Cuidarse la piel en la menopausia no es solo una cuestión estética: es una forma de acompañar con conciencia y cariño los cambios del cuerpo. Porque cada etapa tiene su belleza, y merecemos vivirlas todas con confianza.

 

 

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